Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, 21 de agosto de 2020
A LAS AUTORIDADES
DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE LA NACIÓN A LAS AUTORIDADES DEL MINISTERIO DE
EDUCACIÓN E INNOVACIÖN de la CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES
Conocemos con certeza, cuáles son las condiciones actuales de nuestra comunidad en todos sus aspectos desde hace años, y en particular desde marzo de 2020, cuando comenzamos este tiempo de pandemia por COVID 19.
Reconocemos en nuestro carácter
de cabeceras de escuelas públicas de esta ciudad, en contacto diario con la
comunidad de familias, docentes, personal auxiliar de portería y de las
cooperativas de limpieza, sus posibilidades y limitaciones reales y las
características edilicias de las instituciones escolares.
Respecto al área de la SALUD:
Entendemos que debemos partir de la consulta directa al ÁREA PROGRAMÁTICA DE SALUD ESCOLAR DEL HOSPITAL ARGERICH saber el estado de esta jurisdicción, para que profesionales de la salud sean oídas y seriamente se considere su visión de nuestra población escolar.
Respecto a lo que estrictamente concierne a lo escolar, suponiendo que se considere desde el Ministerio la “Escuela abierta de 10 a 14 horas, para 15 alumnos por cada ingreso” decimos:
- Aquellos alumnos y alumnas que no tienen conectividad y, por lo tanto, no han podido comunicarse con su escuela., se expondrán peligrosamente al transitar por el barrio y entrar a las aulas en plena pandemia. Muchas veces, no hay un adulto que acompañe y no podemos ignorar la extrema vulnerabilidad de aquellos que menos tienen. Cada escuela tiene la capacidad de establecer, de acuerdo a sus posibilidades, la forma de llegar a estos/as niños/as. Esto ha sucedido a lo largo de todo este tiempo donde en cada establecimiento se arbitraron los mecanismos necesarios para que los alumnos puedan tener su acompañamiento, de manera cierta, en cada entrega de la Canasta alimentaria. También existe la posibilidad de recuperar la parte del proceso pedagógico que no pudo concretarse en este período a partir de un regreso a las aulas seguro para todos/as los/as integrantes de la comunidad.
- La existencia de una gran cantidad de docentes, tanto de ejecución como de conducción y personal de limpieza, en situación de excepcionalidad conforme a lo establecido por el Decreto 14 y anexos, compromete severamente la asistencia de personas pertenecientes a la institución con su función específica y a cargo de los alumnos mientras estén en el establecimiento, para poder garantizar la atención a los niños y niñas.
- La posibilidad concreta de que docentes no exceptuados necesiten usufructuar licencias médicas de curso habitual, acentuando la dificultad sobre equipos docentes ya diezmados.
- La réplica de esta situación en las magras Plantas Funcionales de Personal Auxiliar lo cual impide garantizar las condiciones de higiene básicas para iniciar y desarrollar la jornada escolar.
- Las enormes diferencias de infraestructura entre las instituciones educativas de nuestro distrito donde muchas además se encuentran emplazadas dentro de zonas de alta vulnerabilidad e inseguridad.
- La existencia de espacios con baja posibilidad de ventilación. En especial las salas de informática que en todos los casos fueron espacios creados de manera improvisada y poco acondicionada.
- La imposibilidad de asegurar el distanciamiento social en todos los ámbitos de la escuela, por las características de las infancias.
- La existencia de evidencias científicas de que el distanciamiento sólo reduce (no evita) los riesgos de contagio, en tanto el virus tiene la capacidad de permanecer suspendido en el aire.
- La asignación de una responsabilidad sobre hechos que no podemos garantizar con las consecuentes acciones legales a lo que esto pude conducir:
- Las consecuencias de que de manera imprudente se “abra la escuela” y se enferme algún niño o un trabajador de la educación o de limpieza SON IRREVERSIBLES. NO ESTAMOS DISPUESTOS A CORRER ESOS RIESGOS.
- La intervención frente a un presunto caso de COVID producido durante la Jornada Escolar.
- El acceso de alumnos y alumnas a la Escuela que viven fuera de nuestra jurisdicción a partir de la restricción a la circulación lo cual genera también situaciones de discriminación.
- La asistencia de alumnos cuyos padres no pueden concurrir a retirarlos en jornadas con horarios adaptados.
- El uso del transporte público, tanto de docentes como de alumnas y alumnos, siendo este ámbito el de mayor circulación viral. No contar, a la fecha, con el equipamiento necesario para tomar las medidas de prevención para el ingreso al edificio (termómetros sin contacto y alfombras sanitarias, por ejemplo).
- Las limitaciones para la atención de un accidente durante la jornada escolar, para la contención física y emocional que ello implica.
- La imposibilidad de brindar algún tipo de alimento durante el horario que está el alumno/a en la escuela; considerando que nuestra población escolar siempre recibió su alimento, aunque sea mínimamente y que la situación sanitaria no lo permite.
- La falta de garantías ante posibles juicios orales incriminadores entre pares, hasta acciones legales de las familias sobre los docentes a partir de situaciones de contagio
- La refundación de nuestras escuelas para dar continuidad a la tarea pedagógica, que con esfuerzos enormes de sus comunidades se viene desarrollando durante la no presencialidad, salvando limitaciones estructurales y tecnológicas, resguardando el derecho a la educación de nuestras niñas y nuestros niños.
- Los docentes “se pusieron la escuela al hombro” desde el primer momento.
Teniendo en cuenta que cada escuela de nuestro distrito ha realizado junto con el EOE, promotores de educación, movimientos barriales, asesoría tutelar, etc., denodados esfuerzos para que TODOS los niños estén incluidos:
- Se advierte que son inútiles los esfuerzos para recuperar el vínculo con niños absolutamente desconectados.
- Señalamos que, los altos niveles de ausentismo, denunciados fuera de la pandemia, nunca fueron objeto de acciones específicas por parte del Ministerio, más allá de los límites de las escuelas y los equipos. En varias oportunidades se ha reclamado que necesitábamos la intervención de más equipos de Orientación Escolar para acompañar las situaciones de vulneración de derechos.
- La desigualdad educativa para los niños sin conexión o con conexión intermitente no se resuelve ni estigmatizando ni exponiendo a quienes menos tienen a riesgos sanitarios enviándolos a conectarse a la escuela. La solución ES POSEER DISPOSITIVOS Y CONEXIÓN y esto se resuelve con políticas públicas que equiparan condiciones y garantizan derechos. Esto debió ser una prioridad de la gestión, advertida por la docencia desde el comienzo de esta difícil etapa. Por eso reclamamos equipamiento e internet abierto y gratuito para todos los alumnos/as, especialmente los más vulnerables. No apoyaremos ninguna gestión tendiente a señalar a estos niños. No tener acceso a la conectividad no es un problema de aprendizaje es un derecho.
- Proponer un regreso a las aulas a través de la apertura de gabinetes informáticos es pensar que solo con el hecho de sentar a un niño frente a la computadora se resuelve el proceso de aprendizaje y que todas las dificultades en relación a las trayectorias escolares se reducen a un problema de conectividad.
Como Equipo de Directores entendemos que a partir de lo expuesto no están dadas las condiciones para el regreso a las aulas. Esto es aplicable tanto a escenarios de retorno parcial, escalonado o en cualquiera de sus modalidades, tal como quedó establecido en el Consejo Federal de Educación y acordado por todas las jurisdicciones. Adherimos al criterio de preservación de la vida por encima de cualquier otro.
La recarga administrativa aumento considerablemente y necesitamos en forma urgente que se nos permita expresar y pensar estrategias conjuntas para generar dispositivos para lograr atender la diversidad de situaciones que se nos van a presentar a futuro con nuestras familias y niños. Las conducciones TIENEN que atender a este particular momento pedagógico y apoyar a sus docentes y alumnos.
Manifestamos nuestro profundo
malestar por haber reinstalado la plataforma MI ESCUELA perdiendo la mayor
parte de la información que los directivos habíamos cargado en el antiguo
Sistema de Gestión Escolar,
Pedimos encarecidamente que
dejen de solicitar datos que pueden ser proporcionados por las mismas
plataformas que incorporaron y que cuando soliciten información, sea dentro del
horario laboral respetando las vías jerárquicas.
Si bien no tenemos dudas sobre
el valor de la presencialidad, rechazamos la aplicación de estos protocolos,
dado que suponen riesgos que no pueden ser ponderados ni abordados, en el
contexto de una institución escolar.
Entendemos que el Sistema
Educativo, desde una visión integral, jamás debe abandonar su rol frente a la
sociedad, de cuya formación es responsable. Es, por lo tanto, un acto
pedagógico sostener que el regreso a las aulas sólo puede estar sostenido en
una situación sanitaria que lo amerite: bajos niveles de circulación viral o el
hallazgo, distribución y aplicación de una vacuna.
No nos corremos de nuestra
responsabilidad social frente a nuestro rol de garantizar el Derecho Social a
la Educación. Solicitamos ser escuchados como parte fundamental de la
Organización y el desarrollo de la tarea de educar y que se nos responda por
vía jerárquica lo expresado en esta nota.
Directores
DISTRITO ESCOLAR 4
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